Cuando el dios Zeus paseaba por las campiñas de los montes en el Olimpo fue abordado por MU una vaquilla del rebaño sagrado. Ella quería que le concediera su más anhelado deseo: tocar las estrellas. El dios Zeus complacido ante la inquietud de MU le concedió el don de volar para que llegara hasta las estrellas.
Al regresar al Olimpo la vaquilla MU agradeció al dios Zeus por aquella graciosa experiencia pero aún pedía algo más: quería ver colores en el cielo, para que todos aquellos que no habían ido al cielo tuvieran una idea de lo hermoso que era allá.
El dios Zeus conmovido por el espíritu de MU por querer compartir su inolvidable impresión de la belleza del exterior, accedió.
Desde entonces aún cuando la tempestad y lo nublado cubren el cielo, aparece el arcoiris.
Texto escrito por: María Soledad Arellano Negrete.
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